Quizá más tarde de lo que nos tiene acostumbrados, pero el otoño... ha llegado para quedarse y nuestros pequeños de primaria no han querido perdérselo.
Por ello, nos hemos puesto las botas de monte y nos hemos ido a Ribavellosa.
Allí hemos disfrutado de un soleado día de convivencia y nos hemos dado cuenta de que el suelo todavía no estaba lleno de hojas marrones, pero igualmente, estaba precioso.
Pero no todo ha sido paz y tranquilidad, para nada. Después de coger fuerzas con nuestro almuerzo, nos han propuesto un reto.
El día anterior, dos caminantes se encontraron ante un misterioso hecho: alguien se había comido a un pajarito, el arrendajo. ¿Nuestra misión? Resolver el misterio del arrendajo, encontrar al culpable.
A partir de ahí pistas y más pistas a la vez que dábamos un paseo por el bosque y aprendíamos mil cosas sobre la naturaleza. Hemos visto las marcas que hacen un rinoceronte y un ciervo en los árboles, hemos podido tocar plumas de un arrendajo, de un búho,... hemos podido ver cómo llamaban a distintos pájaros imitando sus sonidos, ... ¡Incluso hemos podido tocar un cuerno de ciervo y otro de corzo!
Como supondréis, el caso está resuelto.
Con el trabajo finalizado, hemos comido y a jugar sin descanso: columpios, toboganes, fútbol, baloncesto, frisbie, ... ¡Hemos hecho hasta la croqueta!
Un día maravilloso en una compañía inmejorable.
Nos vemos en la siguiente aventura, (el lunes a las 9h) los profes de 1º y 2º
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