Esta mañana los alumnos de 1º y 2º de hecho la primera excursión de este curso. El destino elegido ha sido la finca de Ribavellosa en la que hemos pasado un día excepcional con un tiempo inmejorable.
Una vez superado el trance del autobús, ha empezado la acción y nos hemos separado por un ratito en dos grupos.
Los alumnos de primero han tenido que resolver un misterio “La muerte del arrendajo”. Al parecer, el pajarito había tenido un mal final y nuestros peques debían ser quien descubrieran qué era lo que había ocurrido.
Entre conversaciones con los pajaritos del lugar y pistas de huellas y plumas han ido llegando a diferentes conclusiones de lo que podía haber ocurrido en realidad.
Hemos descubierto que muchos de nuestros peques hacen muchas
excursiones a la naturaleza y controlan un montón sobre el tema. Seguro que
entre estas cabecitas tenemos algún biólogo, educador medioambiental o incluso...
el próximo Feliz Rodriguez de la Fuente.
Por otro lado, la clase de 2º de primaria se ha convertido en exploradores de la naturaleza y han ido descubriendo muchísimas cosas. Desde los animales que habitan la finca, a cuál es el carnívoro más abundante en nuestro país.
Han experimentado con sonidos, olores y un montón de cosas más que les han ayudado a aprender cosas fundamentales del ecosistema de Ribavellosa. ¿Sabéis qué es una jineta o una garduña? Pues preguntadle a los peques que ellos se han quedado con muchísima información.
Después de la expedición (de la que ya volvían agotados) hemos sacado energía para jugar un ratito en los columpios hasta la hora de comer. Tobogán, columpios, barras…siempre triunfan.
Y por último hemos estado jugando un ratito en la pradera. Como es muy grande, cada uno ha podido jugar a lo que prefería: fútbol, frisbee, comba, cosquillas, buscar bichos…. No ha faltado de nada.
Esperamos que los peques hayan disfrutado de la excursión a Ribavellosa y confiamos en que este acercamiento sirva para comprender la importancia que tienen los seres humanos en el cuidado de la naturaleza.
Muchas gracias a la señorita Teresa por acompañarnos con
tanta paciencia como siempre. También a David y Sargio, los educadores medioambientales que nos han acompañado durante toda la jornada.